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Autoexamen o autoexploración mamaria
El autoexamen o autoexploración sirve para conocer la forma de las propias mamas. Que la mujer conozca sus pechos es fundamental para ser capaz de detectar alguna anomalía, si llega a producirse. Mirarse las mamas frente al espejo, levantar los brazos, palpar y revisar si se encuentra cualquier bulto, cambio en la textura o color de la piel o el pezón, etc.
El autoexamen se realizará de forma periódica entre el 5º y el 8º día del ciclo menstrual. Si no tiene la regla puede hacerlo los primeros días de cada mes.
Desde el Centro de Patología de la Mama – Fundación Tejerina le explicamos cómo realizarse la autoexploración mamaria en 5 sencillos pasos:
Sitúese delante del espejo para evidenciar posibles anomalías de una mama en relación a otra. Para muchas mujeres es normal sufrir cambios, tensión o incluso dolor en las mamas en los días del período.
También es común tener un pecho más grande que el otro, o que tengan formas diferentes. Igualmente se efectuará esta inspección de perfil a ambos lados, mirando separadamente cada mama.
Realícese la inspección en posición de «mamas pendientes», elevando los brazos, para permitir visualizar cualquier anomalía en las superficies de la mama.
Inspeccione su pezón y unidad areolar, con suma atención a la posible existencia de alteraciones cutáneas o derrames espontáneos. La zona de la areola y pezón se explorará con los dedos índice y pulgar, efectuando una ligera y suave presión para poner en evidencia derrames u otras anomalías.
Recuerde: el sector del cuadrante supero-externo y hueco axilar requiere mayor atención por ser la región que mayor cantidad de tejido glandular posee.
Pálpese los cuadrantes externos. La posición ideal es tumbada, palpando los cuadrantes externos completamente con la palma y yema de los dedos.
Los cuadrantes internos deben explorarse igualmente de forma suave, desde la clavícula hasta el surco inferior de la mama y siempre con la mano contraria a la mama que se explora.