Acceso Rápido
Una rinoplastia realizada con éxito es la que crea una armonía facial en el paciente y en la que la nariz no se aprecie como una nariz “operada».
Lo importante no es tanto cambiar la nariz sino contribuir a la eliminación de lo negativo y dar equilibrio a la cara.
La cirugía suele durar entre una y dos horas y se suele llevar a cabo bajo anestesia general, aunque también se puede realizar bajo anestesia local y sedación. Al finalizar la rinoplastia, se colocará una férula y unos tapones en las fosas nasales para conservar la nueva forma de la nariz y estabilizar el tabique nasal. El paciente, normalmente, pasa una noche en el hospital después de la intervención.